Author: Peni

Ismaíl Kadaré y la épica kosovar

Hace algunos años todavía se hablaba de Kadaré. O igual era que mis amigos lo leían y yo creía que todos hablaban de él. Luego le dieron el Príncipe de Asturias de las letras en 2009 y, tras sospechar que lo más probable era que nunca le dieran el Nobel, dejó de sonar. Novelón tras novelón, Kadaré se fue quedando inmóvil y empolvado en los libreros de los articulistas y críticos literarios. A mí me parece que Kadaré es una de las grandes plumas que ha dado el siglo XX, y aunque parezca una afirmación genérica —pues escribo sobre escritores que me gustan porque no creo en la mala publicidad (sería raro que me animara a perder el tiempo en una reseña sobre un mal libro, a menos que fuera una verdadera abominación que mereciera compartirles mi implacable veneno)—, creo que el espectro que abarca la obra de Kadaré despliega relatos de envergadura legendaria y metafórica de alta manufactura mientras cuenta el transcurrir de los días cotidianos. Resulta que parece que Kadaré es un escritor monotemático. …

Raymond Roussel y los mapas dimensionales

Hay libros que son un desierto. Otros, un viaje en tren con muchas paradas. Hay libros que son una ciudad, un laberinto, y otros, que son un museo de cosas imposibles. El lenguaje se presta para hacer con él lugares inhóspitos o sembrar en las páginas criaturas anacrónicas y máquinas de otro mundo. Los Ejercicios de estilo  de Raymond Queneau se publicaron en 1947 y décadas después se fundaba el Oulipo, donde científicos se recreaban trasladando algoritmos a la escritura literaria. Pero antes, mucho antes de ellos, Raymond Roussel (1877-1933) ya se había puesto a jugar con las solemnidades poéticas. Dentro de los libros técnicamente intraducibles, los que sólo aceptan equivalencias, se encuentran los de Raymond Roussel, un exaltado viajero francés que había estudiado piano en el Conservatorio de París y millonario heredero que, gracias a eso, pudo pagar la publicación de sus escritos. Impresiones de África (1910) y Locus Solus (1914) fueron un estrepitoso fracaso entre la crítica literaria, lo cual sumió a Roussel en la depresión, aunque causó admiración, por evidentes razones, entre …

Bruno Schulz y los mundos desbordados

B. Schulz (1892-1942) Probablemente a estas alturas ya todos conozcan la nefasta historia de cómo el mundo perdió a uno de sus genios más emotivos, más visionarios, dueño de una prosa iluminada y visceral, desbordada, rica y audaz, hacedor de pasados, de libros imprescindibles, tejedor de una saga familiar e histórica inolvidable. Ante la insistencia de sus amigos y familiares, Schulz había decidido por fin huir de Polonia con los papeles falsos que un contrabandista le había conseguido. La anécdota es bien conocida: Durante la ocupación alemana en Polonia, Schulz se convirtió en el judío de un nazi que lo adoptó para que  pintara murales en el cuarto de su hijo y en el resto de la casa. Un día en la calle, por venganza, otro nazi le disparó a Schulz, y le dijo al general alemán: «Tú me mataste a mi judío, yo te mato al tuyo». Dicen que Schulz había terminado ya la primera versión de su obra maestra, El Mesías. Su libro, como su cuerpo, se pudren en alguna fosa común que aún no …

Magda Szabó y las pequeñas cosas

No me explico por qué Magda Szabó no es, ni de lejos, tan célebre ni tan leída como Sándor Márai o como Imre Kertész entre los lectores de habla castellana. Probablemente en Hungría sea una escritora de cajón, como para nosotros son figuras como Marguerite Yourcenar o Virginia Woolf, no sé, lo digo sólo por ejemplificar. Decía que no me lo explico, pero sí: entre Magda Szabó y nosotros, pobre lectores voraces, hay (a pesar de los múltiples premios de esta escritora) toda una industria editorial de distancia. Es lamentable. Magda Szabó fue una revelación. Es una escritora profusa y certera. Reúne en sus novelas dos virtudes irreemplazables para quienes las han conocido: la sensibilidad adquirida mediante una profunda observación del comportamiento y el sentir de las personas, y la potencia que encierran esos pequeños actos y palabras cotidianas. Eso es: potencia y sensibilidad. Quizás la obra más conocida de Szabó sea La puerta, publicada en 1987 y que fue la última novela de la autora. Este relato ahonda en la relación entre una escritora y su criada. Me …

Los libros de cabecera de J.M. Coetzee

    1 Tres mujeres Uniones Robert Musil 2 La letra escarlata Nathaniel Hawthorne 3 Madame Bovary Gustave Flaubert 4 La Marquesa de O Michael Kohlhaas Heinrich Von Kleist 5 Watt Samuel Beckett 6 El ayudante Robert Walser 7 Roxana Daniel Defoe 8 El buen soldado Ford Madox Ford 9 Cuentos Franz Kafka 10 Las esferas del mandala Patrick White 11 La muerte de Iván Ilych Amo y criado Hadji Murat Lev Tolstoi 12 Antología de poesía V.V.A.A.   vía Ñ

Halldór Laxness, ese viejo islandés olvidado

A estas alturas no sé si alguien recuerde y lea todavía a Halldór Laxness, otro señor del club de los Nobel olvidados. A mí me gusta porque la suya es una narrativa que integra visiblemente una presencia de cantos épicos que resuenan en los días cotidianos de la gente simple en los tiempos actuales. Islandia es una de las escasas culturas que, hoy en día, y sin importar el «progreso» que hayan alcanzado sus ciudades y su industrialización, mantiene una relación de respeto y convivencia con la naturaleza y sus personificaciones. Dicen que Rulfo, a quien no le gustaba hablar de sus influencias literarias, se declaró en deuda con la novela Gente independiente de Laxness (una visita a Pedro Páramo reiterará sin mucho esfuerzo esta deuda). A pesar de que Laxness fue un autor prolífico, no circulan actualmente tantas de sus obras. Yo sólo he leído dos libros de él: Paraíso reclamado y Gente independiente, no es tan fácil conseguir otros títulos por acá, al menos en español y en libro físico (hay ediciones en inglés de muchas de sus novelas en e-book en amazon, por si se les …

Calderón de la Barca y Löwenstern sobre México

El siglo XIX mexicano fue un tiempo donde la crónica fue estelar. Los consagrados de la literatura mexicana escribieron extraordinarias crónicas de sus viajes a otros países y de sus vivencias. Si bien no se puede contar a la señora Calderón de la Barca entre los cronistas nacionales (pues porque era escocesa, verdad), sus crónicas en forma de epístolas fueron, para bien y para mal, un punto de vista referencial que fue tomado en cuenta para quienes posteriormente visitaban el país, si bien, hay que decirlo, los literatos mexicanos no estaban muy contentos con sus impresiones. Entre los viajeros que visitaron México, se mencionan por orgullo y complacencia a aquellos que quedaron encantados, los que contemplaron México como un país «surrealista» (aunque francamente ahora no puedo pensar que este epíteto sea necesariamente bueno) y exótico, como Humboldt, Artaud, Le Clézio, y un largo etc. Dedico esta entrada, sin embargo, a los descontentos y decepcionados de México, a los que nos malmiraron por gentuza,  incivilizados, herejes, idólatras. O lo que sea. Bien divertido visto a la distancia. Madame Calderón …

Los 10 libros del 2014 según Babelia

Y aquí otra lista, esta vez la de El País. 10. Como la sombra que se va, de Antonio Muñoz Molina. 9. Diccionario de la lengua española (???) 8. El balcón en invierno, de Luis Landero. 7. La hierba de las noches, de Patrick Modiano 6. Hasta aquí, de Wislawa Szymborska. 5. Días de mi vida (Vida I), de Juan Ramón Jiménez. 4. Un hombre enamorado (Mi lucha II) de Karl Ove Knausgård. 3. José Ortega y Gasset de Jordi Gracia. 2. El impostor, de Javier Cercas. 1. Así empieza lo malo, de Javier Marías. Para leer la nota completa, click aquí.

Los libros del 2014 según Sergio González Rodríguez

Como ya todo mundo sabe, al final del año salen un montón de listas por todos lados que enumeran los mejores y peores libros. Como amamos/odiamos las listas, transcribo la lista que hizo Sergio González Rodríguez para Reforma a finales del 2014, tomen en cuenta que la mayoría, si no es que todos, son libros que se publicaron en México o de autores mexicanos. Dense vuelo y critiquen lo que quieran, que yo no pude aguantarme algunas notas expresivas. Libros del año Filosofía para desencantados, Leonardo da Jandra, Materia escrita, Gabriel Orozco * Crónica Balón Dividido de Juan Villoro, Tengo que morir todas las noches de Diego Osorno, Gonzo, Periodismo policiaco retro de J.M. Servín, Toda una vida estaría conmigo de Guillermo Sheridan, Viajes al este de la ciudad de Omar Millán, Contra Estados Unidos de Diego Osorno, Sexo y amor en tiempos de crisis de Lydia Cacho (?) Cuento La puerta final de Mauricio Molina, Seguir a los gansos de Javier Fernández, El idioma materno de Fabio Morábito, Vidrios rotos de Orlando Ortiz, Escribir en Nueva York …

Jean Giono

Es por todos conocida la reserva de Rulfo al hablar sobre sus influencias literarias. Hoy sabemos que había leído muy bien a Hamsun, a Faulkner o a Andreiev y que, por ejemplo, el refinamiento estilístico de los franceses le aburría. Según él, todos escribían igual. Todos salvo uno, a quien él consideraba el escritor más importante y a la vez el más subestimado dentro de la literatura francesa contemporánea. Su nombre era Jean Giono. Giono nació en Manosque, al sur de Francia, en 1895. Abandonó muy pronto la escuela y continuó sus estudios de manera autodidacta. Sus conocimientos de la vida en el campo, una aguda capacidad de observación y su imaginación desbordada, fueron herramientas que le permitieron reproducir los escenarios en los que se llevaban a cabo las historias de sus novelas, donde aún se perciben las huellas de los clásicos griegos, así como de la épica medieval y renacentista, en especial, del Orlando furioso. Sin embargo, su escritura está muy lejos de plantear únicamente el conflicto del hombre con la naturaleza, pues ésta funciona …